El lobo siguió caminando largo tiempo por las montañas nevadas, sin rumbo alguno... caminaba y caminaba... solitario, como un fantasma, salio de las montañas y siguió caminando largo tiempo, las estaciones pasaron y del frió del invierno llego el calor del verano, y sin darse cuenta el lobo había llegado a la costa
Jamas había visto algo como aquello, su afinada vista no era capaz de ver el final de aquella enorme masa de agua.
Una gaviota lo observaba desde lo alto de un árbol, curiosa bajo a tierra, se situó justo en frente del lobo.
El lobo también se sorprendió un poco de ver a esa extraña ave, en las montañas nunca había visto un pájaro así... su plumaje blanco y gris... su largo y afilado pico... se acerco con cautela, pues no sabia si era peligroso. La gaviota también se acercaba lentamente al lobo, había visto muchos animales a lo largo de su vida, pero este era nuevo... su pelaje grisáceo, esos ojos penetrantes... esas orejas que estaban continuamente en alerta...
-¿te has perdido?- le pregunto la gaviota al lobo
-Pues... digamos que simplemente caminaba sin rumbo... ¿Que eres?-
-¿Yo? por favor... ¿no sabes que soy de verdad?, soy una gaviota, y todo lo que ves ahí delante me pertenece- le decía al lobo mientras con su pico apuntaba al mar.
-Vaya... debes ser muy poderosa entonces.
-Por supuesto, pero, ¿Que eres tu?
-Yo soy un lobo, y las montañas son mi reino, aunque ya no quiero volver allí. Soy un lobo solitario, por eso vengo solo...
-Vaya... ya veo, a decir verdad en este lugar también estoy yo sola, por eso todo lo que ves es mio...
Al lobo le agradaba la gaviota, y al parecer, a la gaviota también le agradaba el lobo, por eso, el lobo no se lo pensó dos veces y le dijo:
-¿Te gustaría acompañarme en mi viaje?
La gaviota tampoco se lo pensó demasiado
-De verdad te gustaría tener mi compañía?
El lobo asintió, y un segundo después la gaviota voló hasta el lomo del lobo, se poso sobre el y se acurruco allí encima, acariciando con su cabeza y su pico al lobo
- !!!Entonces vamos¡¡¡- dijo la gaviota con gran alegría.
El lobo también se sintió muy feliz... jamas habría pensado que encontraría la felicidad en alguien que no era de su especie.
El lobo y la gaviota emprendieron juntos un nuevo viejo, hasta los confines de la tierra.
PD:Esta entrada va dedicada a ti, mi gaviotita *-*
