El lobo solitario

La nieve cae a mí alrededor, camino sobre ella, esta fría, pero soy un lobo, mis patas están bien protegidas por una capa de calido pelo.

La nieve cae a mí alrededor, sigo caminando, mi manada me llama, pero no acudo. Otros lobos me invitan a acompañarlos, pero los rechazo, giro mi cabeza y continúo caminando en otra dirección. Nunca he sentido el calor de una manada, porque desde pequeño he tenido que aprender a defenderme solo, a crecer solo, a madurar solo…

La nieve cae a mí alrededor, voy dejando atrás a los que antes eran mis “amigos”, los desprecio, les vuelvo la cara y sigo hacia delante, me la han jugado, y, aunque no han sido demasiado malos conmigo, mi orgullo me impide volver atrás...

La nieve cae a mi alrededor, me siento como un dios, yo solo me basto para cazar a una enorme presa y quedármela solo para mi, sin embargo…

La nieve cae a mi alrededor, la presa es demasiado grande para mi, no tengo a nadie con quien compartirla… sinceramente me gustaría tener una compañía con la que poder comer este enorme trofeo, pero mi hambre esta saciada, así que sigo mi camino por la oscuridad al tiempo que la nieve cae a mi alrededor…