Ore wa Nakama-da

viernes, 5 de diciembre de 2008

IV. Los montes de nieve

Era de Noche, la lluvia caía con fuerza, me tape con mi capa, cubriéndome el rostro con la capucha y me dispuse a salir. Los rayos iluminaban el lugar a ratos, dirigí la vista hacia el cielo y una sonrisa se dibujo en mi rostro empapado por el agua "Malditas basuras... habéis escogido un mal tiempo para venir". Algo se movió en la oscuridad, estaban ahí, agazapados, esperando el momento de atacar. Se escucho un tronar, que coincidió con su ataque, sin embargo el clima no estaba para juegos, y yo tampoco. El rayo correspondiente al trueno anterior cayó sobre ellos fulminandolos en el instante en que saltaban hacia mi. Mire de nuevo al cielo, le hice una reverencia y me volví al interior de la casa...

***

Habían pasado 10 semanas desde que Yannick me encontró. Mis huesos estaban curados, al igual que mi cuerpo, que incluso me permitia ya moverme por mi misma con gran facilidad. Mi voz también había vuelto, así que mis días con él eran mas amenos charlando, aunque casi siempre eran preguntas para intentar que recordase algo. A pesar de esto, sus intentos eran completamente en vano. También me dio un nombre, ya que no recordaba el mio y de alguna forma tenia que llamarme, sucedió hace unas 4 semanas...

Hace 4 semanas...

"!!Vamos, es hora de levantarse¡¡" Sus gritos recorrían toda la casa, traspasando pared por pared y entrando en mis oídos. Me cubrí con todas las sabanas y me hice un ovillo bajo estas mientras pensaba "¿Que diablos le pasara hoy?". La respuesta llego de forma casi instantánea, la puerta se abrió y formo un gran estrépito, mediante el cual pude adivinar que la había vuelto a descarrilar "Vaya, la emoción ha podido conmigo" escuche desde la puerta, me asome por un pequeño hueco que quedaba y vi que Yannick apoyaba la puerta contra la pared "Bueno, luego la pondré en su sitio. Venga, levanta que nos vamos" "¿A donde?" pregunte con curiosidad "De excursión a la montaña" Me miraba con el mismo brillo en los ojos que tiene un crío cargado de ilusión "Estas loco, sabes de sobra que aun no puedo caminar bien" Soltó una carcajada "Tranquila, yo te llevare atada a mi espalda". Aparte las sabanas a un lado y me incorpore "No, definitivamente me niego, NO VOY".

Así pues 20 minutos después me encontraba bien amarrada a su espalda y trepando por aquellas montañas hacia la cumbre en busca de agua. A pesar de su delgadez era muy fuerte y subía por lugares casi inaccesibles con gran facilidad a pesar de que cargaba conmigo. El sol aun no había despuntado cuando habíamos comenzado a subir, aunque ya estaba casi arriba del todo cuando decidimos parar un rato a reponer fuerzas y comer algo. Me desato y me dejo sentada en una piedra con algo de comida "Bueno, pues ya falta menos, por lo usual no tardo tanto, pero con una carga extra es un poco mas lenta la subida" "¿Entiendes ahora por lo que no quería venir?". Me miro con desden, y parecía que iba a decir algo pero se lo guardo "Por cierto, ¿Para que hacemos esto?" "Por que no me gusta el agua que corre mas abajo, prefiero el agua pura de los nacimientos" "Ah bien... y ¿hay alguna idea de como vamos a bajar luego el agua? Es que no traemos nada". Volvió a echarme la misma mirada de desden que empezó a cabrear me un poco "Todo eso esta pensado, así que venga, mientras antes lleguemos mejor".

Al fin llegamos a nuestro destino, parecíamos estar en la cumbre, una cumbre nevada entera, y casi homogenea, lo único que alteraba el manto de nieve era un pico que salia de la montaña, como un cuerno, y bajo ese cuerno nacía el arroyo que estábamos buscando "Dejame en la nieve por favor" "A sus ordenes", me desato y me dejo sentada sobre la nieve, la toque, la cogí con mis manos, estaba muy fría, pero me sentía muy bien con ella.

Me tumbe y sonreí al cielo, no se cuanto estuve así, perdí la noción del tiempo completamente pero apenas me parecieron unos minutos, aunque en seguida llego Yannick con un gran cántaro de agua "Venga, si no nos damos prisa la noche se nos echara encima y no es conveniente". Dejo el cántaro de agua en el suelo, y me acomodo en su espalda, volvió a cojer el cántaro y echamos a andar "Parece que te gusta la nieve, y que tu le gustas a ella" Sus palabras sonaron extrañas pero no dije nada al respecto "He pensado en que no puedes estar toda la vida sin un nombre, ¿Tu que opinas?" "Bueno... también lo he pensado, pero sinceramente no he encontrado un nombre que me guste". Aunque no pude verle la cara, supe que en su rostro se dibujaba una sonrisa "Y bien... ¿Que te parece Yukisan?" "¿Yuki...san?" "Creo que es apropiado, aunque tu tienes la ultima palabra". Una sonrisa se dibujo en mi rostro... era apropiado y bonito "Llamame Yukisan... por favor". Soltó una carcajada y sin mediar palabra continuo caminando de vuelta a casa...



*Nota del Autor: Hasta donde el autor tiene entendido, Yukisan significa monte de nieve o monte nevado, si alguien posee mayores conocimientos de japones que yo que me lo confirme o que me corrija en caso de equivocacion.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yuki es nieve, pero monte nevado o montaña nevada sería yukiyama o yukisangaku.
sin nada más que agregar, excepto que espero otro capítulo....
atte: blackie

Odysseus dijo...

Vale, ahora yo digo:

El monte Fuji: todo el mundo (no japones o conocedor de algo del tema) llama al jodido monte Fujiyama, ya que yama significa montaña, sin embargo, en japon, y todo el que tiene una idea del tema sabe lo siguiente:

""Fuji". Fu (富) significa riqueza, mientras que ji (士) es "samurái". Finalmente, san (山) significa montaña, por lo que el nombre completo es Fujisan."

No se por que pido una segunda opinion si al final me he salido con la mia ...

blackie (Esperanza) dijo...

pues entonces no sé para qué demonios las pides