V. Reencuentros.

De nuevo era una noche lluviosa, de hecho todas lo eran desde aquel dia, sin embargo a mi no me importaba.

Una noche mas coji mi capa, me arrebuje en ella y me dispuse a salir. Su presencia ultimamente estaba resultando mas molesta de lo habitual "De nuevo vosotros... ¿Que quereis?". Una risa fria y oscura se escucho entre las sombras, a pesar del fuerte viento que corria en ese momento "Sabes muy bien lo que queremos, tu lo tienes, asi que no te hagas el loco".

Un relampago cruzo el cielo, el viento cada vez se volvia mas violento, parecia como si se avecinase un huracan, los rugidos de las bestias quedaron en un segundo plano cuando estas me atacaron, el viento las corto por la mitad, sin darle ni una sola oportunidad para defenderse. Sus restos fueron llevados por el viento, sacandolos de aquel lugar, mientras que otra figura entraba en el "Buenas noches" "Buenas sean" respondi yo, aunque desde su llegada ninguna noche habia sido buena "Ha pasado mucho tiempo desde la ultima vez...¿A que has venido?" pregunte con una voz fria "Me entere de que sus ataques se estaban haciendo muy continuados, asi que he venido a echarte una mano" "ya veo". Mis ojos se fueron al cielo, estuve pensativo un rato hasta que el rompio mi paz "¿Con quien esta ella?" "Con Rayo, esta en buenas manos". Se acerco a mi con paso calmado "El momento se esta acercando, debemos estar preparados...".

Mis ojos volvieron a mirar el triste cielo, me dirigi a la puerta de entrada, cuando llegue me volvi y le dije "Si has venido a echarme una mano sera mejor que entres o vas a coger una pulmonia ahi fuera". Una sonrisa se dibujo en su rostro al tiempo que entraba en la casa "Esta bien, esta bien, tu mandas". Cerre la puerta y me dispuse a descansar el poco tiempo que quedaba hasta el alba.