Renacer I

El sol de la mañana veraniega inundaba la habitación haciendo que la temperatura de esta fuese mas alta de lo normal. la joven yacía en una esquina, acostada de lado, hacia la pared, para que la luz no le diese en la cara.

Lo único que podía adivinarse de ella era su color de pelo, castaño, y sus rasgos faciales cubiertos en parte por varias capas de vendas.

Alguien entro en la habitación sin hacer ruido, agachándose junto a ella y dejando al lado una bandeja con leche, pan, y algo de fruta, se incorporo y salio de la habitación tal y como había entrado, sin hacer ruido. La joven comenzó a moverse, a pesar del cuidado de la otra persona para no hacer ruido su sueño había sido perturbado, abrió el único ojo que tenia sano y observo el lugar donde se encontraba. Estaba completamente desorientada, el cuerpo le dolía como si una manada de elefantes le hubiese pasado por encima, y, lo peor de todo, no sabia como había llegado a ese estado ni a ese lugar.

Se fijo en el lugar donde estaba, una habitación muy simple, lo único que tenia era la cama donde ella estaba y una gran puerta corrediza que ocupaba todo el sitio de la pared, la cual, supuso ella, que daba a un patio. Por ultimo vio la bandeja que estaba en el suelo y sin pensarlo dos veces se lanzo sobre esta, aunque no llego demasiado lejos, debía tener mas de un hueso roto puesto que el movimiento brusco hizo que su cuerpo se resintiese, así que mas lentamente la cojió del suelo, se la coloco en las rodillas y comenzo a comer lentamente. Al tiempo que comía escuchaba un sonido fuera, como de cavadas en la tierra. Intento llamar para que viniese alguien pero ningún sonido salia de su garganta, no podía hablar, gritar o reír.

Las lágrimas corrieron durante un rato por sus mejillas, cayendo sobre el cuenco de leche vació.

Lanzo la bandeja con toda su ira hacia la pared que tenia en frente, aunque su cuerpo volvió a resentirse por el movimiento brusco. El sonido de cavadas dejo de escucharse en el patio, ahora era un sonido de pasos hacia la habitación lo que se escuchaba, se detuvo ante la puerta y la abrió lentamente...